Quiero dedicar esta entrada, este día, a mis padres. Hoy 5 de Diciembre de 2012 hacen 20 años de casados, que se dice pronto. Veinte años de discusiones en la cocina, veinte años de viajes por el mundo, de vacaciones en familia, veinte años de cenas entre el salón y la cocina. Veinte años de poner cremas a la niña para que se curen sus heridas. Veinte años de trabajar por él, de trabajar por ella. Veinte años de sonrisas cómplices cuando la niña abre los regalos de reyes. Veinte años pasando noches junto a la caña, esperando a que piquen y mirando las estrellas de su cielo tan brillante, de ver pasar estrellas fugaces juntos. Veinte años de besos de asta pronto. Veinte años de paseos de la mano, de cortos y largos viajes en coche. Veinte largos años que han pasado volando. Tan cortos que ya han pasado y tan largos que ojala los próximos veinte años pasen al menos la mitad de rápido que estos. Yo no puedo decir como han sido estos últimos 20 años de la vida de Lucila y Aroldo, pero puedo deciros una cosa de la que estoy totalmente segura, y que nadie me puede negarme. Tengo 19 años y estos han sido, gracias a ellos, los mejores 20 años de mi vida.
No me gusta que la gente me toque todo el tiempo, no me gusta saludar con un beso, no me gusta que la gente con la que no tengo confianza este a menos de un metro de mi y sobre todo, me cuesta decir "te quiero", porque he aprendido a decirlo cuando de verdad lo siento. Incluso a ellos, que nunca dejan de quererme, pero son las personas a las que más quiero, ellos lo saben, pero aun así. Mama, papa, OS QUIERO
Siempre vuestra la que escribe.
