25 de febrero de 2012

Revés al mundo el

No busco un príncipe azul. Tampoco pretendo alcanzar un récord. No me he convertido en otra persona, no soy actriz. Simplemente he sacado de mi una parte que siempre ha gritado por escapar, pero me he limitado a ignorarla porque a mi alrededor todo se juzgaba. Ahora, cuando al fin he conseguido que las personas que me rodean vean a esa parte de mi, me he sentido bien. Es como si encajara. Siento que estoy en un lugar cómodo y apacible. Es como volver al útero materno. Quizás no tan literal, pero si en el sentido de que nada de lo que esta fuera me preocupa. Los colores no importan, los sonidos me transmiten tranquilidad, porque aquí, en mi espacio personal todo suena especial y armonioso. Ya no me pregunto tanto. Ya no me importa quien me hizo daño. Ya puedo decidir que es lo que quiero sin que otro elija por mi primero.
Estoy segura de que todo depende del punto del que se mire. Pero si me conoces, lo mas mínimo, dirás que yo no soy así. Y te equivocaras. Porque yo soy un ser cambiante. Yo soy eternamente inmutable. Puedo ser mil cosas o decidir no ser nadie. Ahora y siempre, como tu y los que te rodean, o aquellos a los que no conoces y jamas conocerás, somos todos iguales, en continuo cambio y eso no es malo.
Una vez alguien con una gran sabiduría interior y una vida de experiencias me dijo, que no tuviera miedo, que no me reprimiera, porque aun me faltaban muchas cosas que experimentar y muchas etapas por las que pasar. Y claramente yo no quiero ser la típica chica que acaba sus estudios busca un trabajo mediocre, tiene un marido, cuatro hijos a los que da su vida y una casita a las afueras de una ciudad donde guarda sus pequeñas y aburridas preocupaciones. NO. Esa no soy yo. Yo terminare mis estudios lo mas pronto posible, me tomare un año para mi, para encontrarme y perderme de nuevo, haré deporte, ganare algo de dinero en trabajos simples, conoceré gente de todo tipo, bailaré con desconocidos y probare la comida mas picante, comeré mucho, dormiré poco y después volveré a estudiar algo que realmente me guste o simplemente seguiré moviéndome por el mundo, buscando lugares que fotografiar, quizás me compre unos terrenos en la Toscana o una caravana con la que pasear por Europa (lo que tiene ser europea es que te sientes como en casa), puede que adopte un beagle o una tortuga de tierra y con suerte conseguiré que algún que otro mozo (como dice mi amiga Marta) se fije en mi. Todo esto puede acabar en dos segundos, lo se. Porque si el sol se apagar ahora mismo, nos daríamos cuenta dentro de ocho minutos y nada de lo que espero pasaría. Por eso, ahora quiero hacer, lo que quiero hacer ahora y mas adelante, cuando el sol se apague me molestare en pensar en todo eso que los demás juzgan y critican. Porque mientras yo sueño y vivo, otros pierden el tiempo hablando de mi.
Dentro de mi mundo, las posibilidades de evolucionar son prácticamente nulas, pero ya tendré tiempo de salir, aprender y comprender cuando llegue el momento. Muchos antes que yo lo han hecho y su felicidad es contagiosa.
Listos o no, he cambiado, estoy cambiando y voy a cambiar. Y estoy orgullosa de pasar por todas mis etapas, porque buenas o no, son parte de mi vida y jamas permitiré un instante indeseable, a esos, yo los llamo experiencias (los que fueron a Roma conmigo me comprenden bien).



Dicho esto. Os deseo un feliz Sábado de piñata a todos los Palmeros :) y un feliz año a todas las manzanas verdes de mi corazón ;)

Siempre vuestra la que escribe.